Hay una leyenda que explicaría el origen del copihue rojo y que señala que en los bosques del sur vivió una hermosa niña llamada Rayén, la que estaba enamorada de Maitú, el guerrero más valiente de su clan. Ellos estaban comprometidos en matrimonio.
Un día, Maitú partió con los hombres a combatir a orillas del río Toltén. Rayén, como siempre, se subía a la araucaria más alta para ver el regreso de su amado. Pero los hombres demoraron todo un día y solo volvieron a la mañana siguiente, y Maitú no regresó.
La joven, destrozada, corrió al bosque a llorar su pena y sus lágrimas se convirtieron en flores de sangre que se colgaron en los árboles altos. Estas le dijeron a Rayén: “Nos diste la vida con tu pena; nosotras, junto al bosque, te daremos alegría. Acuéstate”. Rayén les hizo caso y se tendió en una alfombra roja que salió volando por los cielos al encuentro de Maitú. Desde entonces, florecen los copihues recordando el dolor de la muchacha y la valentía del guerrero que luchó hasta morir.
ALHUE Entre los mapuches, alma, fantasma o espectro de los muertos, que permanece junto a ellos hasta su total disolución. Según Aída Kurteff los misioneros que acompañaron a los conquistadores en el Nuevo Mundo se empañaron en hacer creer a los indios que el Alhuen era el diablo.
Monologo para examen de voz. Y hora tú vienes y me dices que tienes que ir a la guerra. Has de suponer que me quedare aquí espere aquí tranquila esperando a que tu vuelvas. Pero esta vez no será igual. No, porque maldita sea, porque no puedo decir que NO. Está bien, me quedare aquí, esperándote sentada en la misma araucaria de siempre, en la más alta, impaciente, esperando tu llegada, vete, vete luego, no me hagas mas difícil esta situación. Hooooooooo¡¡¡¡¡ ya a pasado un día, y mi amor aun no llega. Que estará pasando?, porque tardan tanto? No puede ser ya han pasado dos días. Allá a lo lejos veo algo, veo que hay vienen. No, no puede ser vienen todos menos Maitù, Ya no vive, murió en la batalla.
Sera que estoy loca, o tal ves estoy en una pesadilla. Oigo a los copihues que me hablan. Recuerdo que mi madre me contaba cuando yo era pequeña. Que había una niña que se sentada todas las tardes en la copa de la araucaria a esperar a su amor, que nunca llego. Le pidió un deseo a los copihues y la cogieron en su regazo y la llevaron al cielo con si amor. Tal vez, si yo me acuesto aquí con ellas, ellas me lleven al cielo a juntarme con Maitù.
El copihue y los enamorados
ResponderEliminarHay una leyenda que explicaría el origen del copihue rojo y que señala que en los bosques del sur vivió una hermosa niña llamada Rayén, la que estaba enamorada de Maitú, el guerrero más valiente de su clan. Ellos estaban comprometidos en matrimonio.
Un día, Maitú partió con los hombres a combatir a orillas del río Toltén. Rayén, como siempre, se subía a la araucaria más alta para ver el regreso de su amado. Pero los hombres demoraron todo un día y solo volvieron a la mañana siguiente, y Maitú no regresó.
La joven, destrozada, corrió al bosque a llorar su pena y sus lágrimas se convirtieron en flores de sangre que se colgaron en los árboles altos. Estas le dijeron a Rayén: “Nos diste la vida con tu pena; nosotras, junto al bosque, te daremos alegría. Acuéstate”. Rayén les hizo caso y se tendió en una alfombra roja que salió volando por los cielos al encuentro de Maitú. Desde entonces, florecen los copihues recordando el dolor de la muchacha y la valentía del guerrero que luchó hasta morir.
Stefany Soto
ALHUE
ResponderEliminarEntre los mapuches, alma, fantasma o espectro de los muertos, que permanece junto a ellos hasta su total disolución. Según Aída Kurteff los misioneros que acompañaron a los conquistadores en el Nuevo Mundo se empañaron en hacer creer a los indios que el Alhuen era el diablo.
Luis Olivares.
El copihue y los enamorados.
ResponderEliminarMonologo para examen de voz.
Y hora tú vienes y me dices que tienes que ir a la guerra. Has de suponer que me quedare aquí espere aquí tranquila esperando a que tu vuelvas.
Pero esta vez no será igual. No, porque maldita sea, porque no puedo decir que NO.
Está bien, me quedare aquí, esperándote sentada en la misma araucaria de siempre, en la más alta, impaciente, esperando tu llegada, vete, vete luego, no me hagas mas difícil esta situación.
Hooooooooo¡¡¡¡¡ ya a pasado un día, y mi amor aun no llega. Que estará pasando?, porque tardan tanto?
No puede ser ya han pasado dos días.
Allá a lo lejos veo algo, veo que hay vienen. No, no puede ser vienen todos menos Maitù, Ya no vive, murió en la batalla.
Sera que estoy loca, o tal ves estoy en una pesadilla.
Oigo a los copihues que me hablan.
Recuerdo que mi madre me contaba cuando yo era pequeña. Que había una niña que se sentada todas las tardes en la copa de la araucaria a esperar a su amor, que nunca llego. Le pidió un deseo a los copihues y la cogieron en su regazo y la llevaron al cielo con si amor.
Tal vez, si yo me acuesto aquí con ellas, ellas me lleven al cielo a juntarme con Maitù.